Los Transitarios están cansados de ser el chivo expiatorio de todos los incidentes que se presentan en los transportes en los que intervienen. Uno de estos incidentes, cada vez más recurrente, es la reclamación al Transitario de los gastos generados por la no recogida de las mercancías por el destinatario en destino.

Para debatir sobre este tema, el Club del Transitario Marítimo, con ocasión de la reunión mensual de los socios, organizó el pasado 3 de octubre un debate en el que quería la presencia de las partes involucradas: por un lado, las navieras en la persona de Leandro Calzadilla, Director General en España de ONE, persona conocida, reconocida y experta, que se encargó de exponer y justificar los gastos que las navieras se ven obligadas a soportar cuando se producen incidentes a la entrega y, obviamente, reivindicó su derecho a repetir y, sobre todo, a negociar para hallar soluciones; el Secretario del Club, el Abogado Josep Bertran, expuso la injusticia de que el Transitario sin ningún poder de disposición sobre las mercancías se veía obligado a asumir unos costes en los que no ha sido ni causa ni parte; otro abogado, también conocido, prestigioso y ejerciente, doctor en derecho y profesor de la Facultad de Náutica, Jaime Rodrigo de Larrucea, analizó la jurisprudencia que las salas de lo Civil han dedicado al tema, y desgranó el argumentario de una y otra parte, haciendo algunas recomendaciones. La conclusión que los socios sacaron fue que ser transitario siempre es un mal negocio; y que depende de si el asunto se juzga en Barcelona o en Valencia, pueden salir más o menos airosos de las reclamaciones. Efectivamente, nada edificante.

Al final, el Presidente del Club, Jaume Altisent agradeció a los ponentes su participación y les hizo entrega de una metopa del club, en recuerdo de su intervención.

La presencia de casi todos los socios evidenció la preocupación que suscita el asunto.