El Club del Transitario Marítimo mantuvo recientemente una sesión de trabajo con Mar Isla, doctora en Económicas, para analizar el futuro del tejido industrial español y catalán, estudiando que las necesidades que tienen las empresas para poder crecer.

La preocupación es pertinente y legítima; al fin y al cabo, los transitarios son quienes organizan los transportes y mueven las mercancías; y de la producción de éstas depende, al menos en la exportación, el presente y futuro de su actividad.

Una de las conclusiones que los transitarios extrajeron tras el debate es que  “aquella actitud prepotente de los de los países industrializados que podría resumirse en la frase “que produzcan ellos, nosotros seguiremos inventando”, ha pasado a mejor vida. Ciertamente, se debe seguir inventando, pero la deslocalización ya no es la panacea. Y, de hecho, la  producción industrial vuelve, poco a poco, a sus orígenes”.

España y Catalunya siguen este perfil de “re-industrialización” pero mucho más lentamente por una serie de causas, entre las que destaca el hecho de que “la  reindustrialización no supone volver a producir como antes, sino que las empresas industriales deben redimensionarse, haciéndose más grandes, y acomodarse a una nueva forma de producción mucho más tecnológica, basada en una gran inversión en I+D, en la profesionalidad y conocimientos de los mandos intermedios y en la formación continuada del personal”, explican desde el Club del Transitario Marítimo.

En la medida en que estas condiciones se cumplan, España y Catalunya “estarán o pueden estar en primera línea de esta reindustrialización; si no se cumplen, los objetivos no se alcanzarán”, añaden.

Sin embargo, desde el club alertan de que “de forma errónea, se condiciona la inversión en I+D a la capacidad de inversión o a la solidez de la cuenta de resultados; en la medida en que esos recursos no se tengan a mano, la inversión en I+D se relega a un segundo plano”.

Por otro lado, “la formación de los mandos intermedios es una de las asignaturas pendientes del país”. La estructura social “ha promovido los estudios de mayor prestigio en vez de aquellos que la industria -y la sociedad- pudiere necesitar -y asumir”, concluyen.

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Diario del Puerto (07-06-2016)

Diario Marítimas (07-06-2016)