La sesión del Club del Transitario Marítimo del pasado jueves 8 de noviembre (a la que asistieron la casi totalidad de los miembros), fue dedicada a Rosa Puig, con ocasión de su jubilación en el Puerto de Barcelona como Directora Comercial.

En efecto, fue la invitada protagonista y objetivo involuntario de los elogios y reconocimiento de los miembros del Club, a una trayectoria profesional que culminó en el Puerto de Barcelona, pero que empezó hace muchos años (nadie quiso precisarlos) en el mundo de la estiba, y continuó en una empresa de exportación, luego una transitaria y luego una consignataria; vaya: una vida dedicada al mundo del transporte marítimo y sus colaterales.

El Club le debía a Rosa Puig el agradecimiento por su apoyo a la actividad de los transitarios; y quedó plasmado en el cariño que todos le transmitieron y en unos obsequios que, de la mano del Presidente, Jaume Altisent, le fueron ofrecidos, entre ellos, la metopa del Club.